Huracan a un paso

El equipo de Cappa se impuso en casa con tantos de Bolatti, Toranzo y Defederico, y alcanzó la punta del torneo Clausura por primera vez debido a la igualdad entre Lanús y Vélez. En la última fecha, dentro de 15 días, se medirá con el Fortín y será campeón hasta con el empate.

Fiesta en Parque Patricios. Después de 15 años, luego de aquella derrota con Independiente en 1994, Huracán tendrá la gran posibilidad de consagrarse campeón dentro de 15 días, cuando visite a Vélez por la 19° fecha. El Globo derrotó 3-0 a Arsenal, alcanzó por primera vez la cima del Clausura y en la jornada decisiva logrará su segundo título en Primera hasta con el empate. El conjunto local se calzó rápidamente el traje de protagonista frente a un rival que siempre buscó defenderse y aguantar el empate desde el comienzo. Sin embargo, pese a tener mucho la pelota, al Globo le costó acomodarse, encontrar espacios y soltarse. Pastore y Defederico no aparecieron en los primeros 20 minutos y el fútbol pasó por Toranzo y Bolatti.

El mediocampista central impuso su ritmo y el equipo de Angel Cappa empezó a tocar con coherencia y precisión. La primera la tuvo Toranzo, con un tiro libre desde el borde del área que Campestrini despejó con los puños. Luego, Nieto, quien abrió bien la defensa y arrastró marcas con sus movimientos, cabeceó por arriba del travesaño.

Pero el partido estaba muy cerrado, peleado en la mitad y bastante complicado para el equipo de Parque Patricios. Sena y Pellerano se cerraban bien en el medio, Mosquera y Yacuzzi casi no perdían por las bandas y Carrera y Poggi retrocedían para armar un muro difícil de superar. Sin embargo, a los 24, Pellerano cometió una ingenua falta sobre el lateral y se fue expulsado por doble amonestación.

Allí, Huracán se tranquilizó un poco más y se adueñó por completo de las acciones. Pastore y Defederico empezaron a tocar en corto y a generar huecos con sus gambetas. A los 34, Bolatti perdió increíblemente un mano a mano con Campestrini y Toranzo le erró al arco en el rebote. Fue un aviso de lo que sucedería a los 37, cuando el cordobés se anticipó a todos tras un tiro libre desde la derecha -no fue infracción- y decretó el 1-0 con un certero frentazo.

El segundo tiempo se jugó exclusivamente en el campo de Arsenal. El equipo conducido por Burruchaga no hizo absolutamente nada para inquietar a los muchachos de Cappa y estos se dedicaron a tocar la pelota de un lado al otro con una tranquilidad asombrosa. El único riesgo para el Globo estaba en una pelota parada del rival o algún disparo de larga distancia, pero la visita ni a eso pudo aspirar.

Bolatti se comió la cancha y el equipo de Parque Patricios fue claro dominador. Pero a esa superioridad le faltaba la definición, que no llegaba y se hacía esperar. Primero fue Nieto quien perdió una mano a mano con Campestrini y luego, Toranzo quien le pegó muy mal tras un centro de Pastore. También lo tuvo Leandro Díaz, quien remató y encontró en el camino la figura de César González.

Estaba al caer. Y cayó a los 36: luego de muchos toques, Pastore recibió solo por la izquierda, esperó y la puso al medio para la llegada de Toranzo, quien definió con el arco a su merced. Y un minuto más tarde, Bolatti la robó en el centro del campo, encaró y metió un soberbio pase para Defederico, quien la colocó por debajo de Campestrini para el 3-0 decisivo. Luego fue tenerla y recibir el aplauso descontrolado de los hinchas quemeros. El sueño está más vivo que nunca.

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